Aunque se considera mucho más diminuto que otros antioxidantes, el hidrógeno puede atravesar el núcleo de las células, protegiendo el ADN del daño causado por los radicales libres; es capaz de neutralizarlos, lo que ayuda a proteger y revitalizar la piel y el cuerpo.
Este increíble tratamiento utiliza uno de los antioxidantes más poderosos: el hidrógeno.
Neutraliza los radicales libres, reduciendo el estrés oxidativo y protegiendo todas tus células sanas.